Todo resuena cuando se rompe el equilibrio

Porque quien crea una voz, crea un destino y vivirá para siempre, como bien lo entendió Han Yu, un poeta chino que conocí en el siglo VIII, y me dijo:

Todo resuena cuando se rompe el equilibrio.
Las  yerbas son silenciosas,
pero si el viento las agita,  silban.
El agua calla,
pero si el aire la mueve,  repica;
las olas mugen: algo las oprime;
la cascada se precipita: le falta suelo;
el lago hierve: algo lo calienta.
Son mudos los metales y las piedras,
pero si algo los golpea, rechinan.

 Así el hombre.

Si habla, es que no puede contenerse;
si se emociona, canta;
si sufre, se lamenta.
Todo lo que sale de su boca
se debe a una rotura...
Cuando el equilibrio se fragmenta,
el cielo escoge entre los hombres
aquellos más sensibles y los hace hablar.

1 comentarios:

Annabell Manjarrés Freyle dijo...

Muchas Gracias amigo

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