
Por Naudín Gracián
Este texto lo escribí cuando acababa de aparecer el libro del que trata,
y cuando aún David no era mi amigo.
Una de las grandes preocupaciones
de la literatura contemporánea es justificar su existencia para un lector cada
vez más acorralado por los problemas reales de la vida real. Muy atrás ha
quedado la época de “el arte por el arte”, aplastada por un aceleramiento tan súbito
que ha hecho aseverar que la humanidad se ha desarrollado más en los últimos 50
años que en los 5 siglos anteriores.
La revolución de las
comunicaciones y su consecuente efecto de poner la ciencia y el conocimiento al
alcance de...