Festival Internacional de Poesía y Narrativa de Tolú

Los días viernes 27, sábado 28 y domingo 29 de julio de 2012 se llevó a cabo el primero Festival Internacional de Poesía y Narrativa de Tolú, organizado por el reconocido poeta y gestor Cultural Jorge Marel.

Algunos de los participantes en la clausura del evento.
Este evento se llevó a cabo en las instalaciones de la Casa de la Cultura municipal y del Hotel Golfo del Morrosquillo.

Asistió una considerable cantidad de narradores, poetas, cantantes, escultores, artistas en general y personal diverso interesado en las expresiones del espíritu.

Este fue un evento que, como lo dijo su organizador en la clausura, los artistas le regalaron a Tolú y a ellos mismos, pues la idea era que se lo tomaran como unas pequeñas vacaciones a la orilla del mar, conversando con amigos y apreciándose unos a otros sus talentos e inquietudes.

El poeta Jorge Marel y sus preciosos hijos menores
El propósito, puntualizó el organizador, es que este evento siga realizándose cada año, gestionado por él o por cualquier otra persona que tenga a bien ponerse al frente.

Adiós a una verdadera MAESTRA: Rafaela Begambre



Quiero expresar mi admiración por la recientemente desaparecida Rafaela Begambre, maestra en el verdadero sentido de la palabra, impulsadora admirable de la educación en el departamento de Córdoba.


Rafaela Begambre concibió, forjó y consolidó el Gimnasio Vallegrande de Montería. Era una enamorada absoluta de lo educativo y de la innovación educativa. Yo la traté poco, pero las veces que conversamos me inspiró respeto y admiración por su condición de entrega total a su pasión: educar.


Rafael Begambre murió el lunes 23 de Julio de 2012, en la ciudad de Medellín.

Las ficciones de Hermínsul


El escritor Hermínsul Jiménez

Y otras ficciones, es el subtítulo del libro El dios ebrio de Hermínsul Jiménez Mahecha. Llamo la atención sobre el subtítulo porque es a él que debe remitirse el lector al acercarse a esta obra publicada por Común Presencia Editores, en la colección Los conjurados, ya que la palabra ficciones es la que mejor describe el contenido de sus textos.

Está conformado este libro por 41 relatos cortos agrupados en dos partes: Intertextos y Entretiempos. La primera parte, como su nombre lo indica, se trata principalmente de recreaciones o variaciones de situaciones planteadas en otros textos, principalmente clásicos. En la segunda aparecen relatos un poco más locales, algunos de los  cuales tienen origen anecdótico.

A Hermínsul, quizá signado por su mismo nombre, le gusta jugar con el vocabulario de resonancias antiguas. Ionesquina, grácil, desnudarla de sus tersuras, Kyros, Tántalos, arkhilugio, jacerina, sorites, son términos que dan cuenta de esta tendencia suya. Su forma de expresarse da un ribete categórico de verdad, de seriedad a lo que narra aunque en el fondo sea liviano y algunas veces hasta juguetón e irónico. De pronto salta a la cara del lector una frase singular: “el hombre abrió las dos hojas de la puerta de su casa y se le vino encima el azul intenso, despejado”, o “Hay personas que se quedan alojadas en la memoria de otras por algún pequeño milagro, una frase graciosa o chocante que marca una huella en el tiempo”; o una pregunta desconcertante en boca de una niña (“cuando Adán fue creado, ¿nació niño como todos nosotros o ya era un hombre adulto?) o en la de un viejo (“y tú, ¿todavía tienes corazón?”); o una anécdota terrible tras la apariencia de una trivial como la del niño que se salva a sí mismo y a su hermanito, de los asesinos que en la otra pieza degüellan a sus padres, dándole a mamar su tetilla inútil; o la terrible capacidad de crueldad de la inocencia cuando una niña trata de avisarle al asesino de una película dónde está escondida la víctima que busca; o esta ironía de persona de muy mala leche: “con la suavidad de una flor de cemento que cae en una mano desprevenida, el muchacho le dijo: ―Papá, se está derrumbando la casa”, o el colmo: un cuento sin historia, un relato sin anécdota, alrededor de nada para contar.

En fin, este es un libro que se deja leer, que se hace leer, que se justifica leer por muy variadas razones.

(Acá entre nos, si entiendes todos sus relatos te comunicas conmigo para que me hagas el favor de explicarme algunos que me dejaron viendo un chispero. Porque, incluso aquellos que no entendí, este tipo los cuenta de una manera tan seria que uno queda convencido de que se trata de algo importante).

"El hombre de la maleta gris" en El Meridiano Cultural


El hombre de la maleta gris es un cuento del antropólogo Antonio Cardona que apareció en el libro Con el perdón de los árboles, antología de cuentos del taller literario Raúl Gómez Jattin de Cereté.


Ahora ha sido publicado por El Meridiano Cultural en su edición del Domingo 08 de Julio de 2012.


Puedes leerlo siguiendo este Link, en las páginas 6 y 7:




http://www.elmeridianodecordoba.com.co/index.php?option=com_flippingbook&view=book&id=7&page=1&Itemid=141

Inútil y humano




Por Roberto Núñez Pérez
Claro que habrá quienes digan que la Literatura no se puede enseñar y, en verdad, es cierto. Nadie puede enseñarle el  amor a otro, salvo con el ejemplo.  Yo no viví, lo confieso, en un ambiente literario, pero a mi madre le gustaba contarnos historias. Incluso, mi padre, nos contaba a mi hermana y a mí pésimos chistes; pero no importa, gracias a ello descubrí que las palabras no sólo sirven para comunicar, que no son meros objetos, simples sonidos, que en ellas va todo aquello que soñamos, sentimos, amamos, odiamos y echamos de menos.
Cuando entré a la primaria me encontré con profesores que, probablemente, poco o nada sabían de Literatura, pero me permitieron leer algunos poemas y cuentos que se quedaron grabados por siempre en mi corazón. Nunca olvidaré los textos de Marinero en Tierra de Rafael Alberti o romanceros tan maravillosos como Camina la Virgen pura,  camina para Belén…
Al llegar al bachillerato me encontré con excelentes profesores.  Recuerdo con cariño y admiración a Héctor Pacheco, con quien leí muchos textos y nunca me obligó a leer  texto alguno;  quien ayudó a profundizar en mí el amor por la Literatura.
En la Universidad me encontré con un gran escritor que, como en la mayoría de los casos, ha sido poco valorado tanto a nivel regional como nacional: Ramón Molinares Sarmiento, autor de El saxofón del cautivoUn hombre destinado a mentir. Con él debí trabajar varios cursos, entre ellos Literatura Latinoamericana y Literatura Francesa. Recuerdo que el profesor Molinares permitió que armara mi propia lista de libros a leer.
Hoy, la mayoría de nuestras escuelas no tienen quien lleve a los muchachos textos literarios. Diría que los docentes poco saben de Literatura, pero eso, aunque grave, no lo es tanto. Al fin y al cabo nuestros maestros de primaria poco sabían de este arte. Los maestros de bachillerato y la universidad tenían conocimientos más profundos. Sin embargo, de nada les hubiera servido ese saber sino hubieran llevado consigo el mismo secreto que sus colegas de  primaria: el amor por las palabras.
Hoy no nos interesa sino “fabricar” muchachos y muchachas para el mercado, para que hagan parte de la gran máquina capitalista. Cuando vemos las cosas así  creemos que el arte, si no se convierte en mercancía, no sirve para nada. Se ignora que  las artes, y muy especialmente la Literatura, son lo más humano que tenemos. Pero lo humano es inútil en la sociedad de consumo.

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