Cuentos para tener en cuenta

15 cuentos conforman este volumen, algunos cortos, otros no tanto, y el último titulado Al mediodía de un pueblo diferente, por su estructura es una pequeña novela de 29 páginas. Son cuentos de tema, tono y aliento variado, escritos en épocas muy distintas del autor: entre 1986 (cuando aún no era bachiller) y 2003.



UN CUENTO DE ESTE LIBRO:

BESTIAS

Cuando Huracán salió, ningún mantero osó apro­ximársele. La plaza no quedó totalmente vacía, pero casi todos los que la albo­rotaban se colgaron de las varetas o se tiraron por debajo de la cerca, impresionados por la imponencia y fama del animal. Algunos continuaron deambulando en la plaza, pero lo más alejados que podían de semejante fiera.

Naturalmente, en los palcos se formó una algarabía que reclamaba el arrojo de los garrocheros, banderilleros y toreros, de tal manera que por unos instantes la música de las bandas quedó anulada por el alboroto humano.

Era majestuoso aquel animal. Negro, de astas largas y de carnes llenas. Se paseaba por toda la plaza, sin encontrar quien discutiera su dominio absoluto del territorio. Su fama estaba cimentada en la sangre de sus numerosas víctimas en múltiples corralejas. Miraba a todos lados, orgulloso ante esa turba que le adoraba del puro miedo.

Retrocedió poco a poco hasta toparse con la cerca que le sirvió de apoyo. Muchos valientes, temblando de miedo, guindaban de las barandas, justo sobre sus cuernos, esperando que el toro se alejara.

De repente, la fiera sintió un ardor agudo en una de sus patas, arriba, prácticamente en el anca. Realmente, no fue mucha la molestia pero, cuando trató de dar un paso con esa extremidad, su cuerpo se dobló dolorosamente hacia ese lado. Entonces sintió otro chuzazo que le hizo doblar la otra pata. Acosado por el dolor trató de alejarse, aunque fuera arrastrándose, de ese rincón maldito, pero en el instante comenzaron a llover los porrazos, patadas y cuchilladas de la jauría, primero de borrachos y luego de todo el que quiso caerle encima.

Después, alguien apareció un cuchillo largo y plano que cercenó gran parte de una nalga. El toro lanzó su primer gemido desgarrado. Luego, aquello fue el desenfreno total: hombres sacando pedazos de lomo, de barriga, costillas, entrepierna…; con cuchillos, hachas, rulas; y un animal moribundo de sufrimiento y terror, que berreaba con toda la desesperación de su raza.



Dimensiones: 12 x 17 cm.
Editorial Paso de gato
2 ediciones: 2005, 2007
100 páginas

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